Dorsalgia, dolor de espalda común.
2024-10-24T09:46:47+00:00Es un dolor de espalda percibido en la columna vertebral a nivel dorsal en la parte posterior de la espalda. Se trata de un dolor de espalda común que afecta a las personas al menos una vez en su vida. No obstante requiere tratamiento.
A diferencia de otras patologías de la columna como la lumbalgia o la cervicalgia, no suele ser causada por problemas en los discos intervertebrales.
Normalmente se dan estos problemas debido a la escasa movilidad de la espina dorsal en la parte media de la espalda. Por lo que una mala postura de esta ocasionará dolor debido al exceso de trabajo de la zona. A continuación se analizará cuáles son las causas que provocan la aparición de la dorsalgia.
Columna vertebral dorsal.
Se dice de la segunda sección de la columna vertebral, también llamada torácica. Está situada entre la columna cervical y la columna lumbar. Consta de doce vertebras situadas a continuación de la séptima vertebra.
Las vertebras torácicas son capaces de soportar más peso que las cervicales, y a medida que van bajando por la columna son más fuertes y estables debido a que soportan más peso.
Las vertebras torácicas son más grandes en los extremos que las que se sitúan en medio. Y son más altas estas vertebras en su parte delantera que en la posterior.
¿Qué son los músculos dorsales?
Existen muchos y variados músculos que protegen la espina dorsal y en la mayoría de los casos son los responsables de que aparezca la dorsalgia. Ya que en muchas ocasiones estos músculos sufren contracturas. Los trapecios, angulares de la escapula, espinales dorsales o romboides son los músculos que intervienen a nivel dorsal.
¿Cómo se clasifica este dolor de espalda?
Se clasificará el dolor en función de su duración o de sus causas:
- Dolor a nivel dorsal agudo: no suele durar mucho, menos de seis semanas. Puede tener una causa que genere el dolor o puede ocurrir sin especificarse una causa.
- Inespecífico: no se conoce la causa, suele darse por una serie de factores, a menudo de tipo físico, como por ejemplo las malas posturas e incluso de tipo psicológico como el estrés o la ansiedad. No existe una causa como tal para el dolor de espalda, por lo que difícilmente se podrá observar en una radiografía o resonancia magnética, no obstante, si habrá una causa funcional como contracturas musculares, espasmos musculares, etc.
- Específico: se origina por lesiones o causas identificables, por ejemplo una caída, un accidente, lesiones deportivas o problemas degenerativos.
- Dolor a nivel dorsal subagudo: suele permanecer entre seis y doce semanas. Tienen menos gravedad que el agudo y, al igual que en el primero, no suelen existir motivos para el tratamiento quirúrgico.
- Dolor a nivel dorsal crónico: dura más de doce semanas, pudiendo perdurar incluso años. Existen una serie de causas por las que un dolor de tipo agudo se torna en crónico inespecífico. El estrés, las malas posturas, ya sean en el trabajo o en la vida cotidiana, con frecuencia llevan al dolor a volverse crónico. Cuando una persona sufre la patología, en lugar de buscar un tratamiento, permiten a la dolencia convivir con ellos, causándoles restricciones en sus movimientos o adoptar posturas corporales para evitar su dolor. Estas terminan por volverse crónicas. En cambio, si se trata de convivir con una menara normal con la dorsalgia a pesar del dolor, será más fácil su curación.
¿Cuánto dura la lesión?
En los últimos tiempos, la presencia de dorsalgia en las personas ha ido aumentando debido sobre todo a las malas posturas.
En cuanto a la duración, existen estudios que dicen que entre un 4% y un 72% lo sufrirán en un momento determinado, menos de un 50% les dura una semana y menos de un 35% un mes, el 7% de las personas que lo padecen puede durarles hasta 3 meses y entre el 3% y el 20 % de las lesiones puede durarles entre un año y de por vida. Generalmente estas lesiones suelen darse en gente joven y niños.
¿Cuáles son sus síntomas?
El dolor en la parte media de la espalda es un síntoma de la dorsalgia, no obstante son variadas las razones por las cuales aparece esta lesión y la intensidad del dolor o su duración dependerán de por qué se han ocasionado.
A continuación se explican algunos de los síntomas que produce una dorsalgia:
- Dolor agudo y punzante en la espalda.
- Espasmos músculo-dorsales.
- Hormigueo y pinchazos en la espalda a nivel medio.
- Fatiga
- Dolor entre los omóplatos incluso en reposo.
- Dolor en el movimiento de la caja torácica.
- Dolor en los puntos gatillo.
- Dolor en la respiración en algunos casos.
Algunos de estos síntomas pueden hacer sospechar la presencia de otras enfermedades, ya que se trata de síntomas comunes, por ejemplo un neumotorax espontaneo, neuralgias intercostales, lesiones en las vertebras o patologías cardíacas.
¿Por qué se produce este dolor de espalda?
Existen cambios congénitos o adquiridos que son causa directa en la aparición de una dorsalgia, por ejemplo la escoliosis, la cual consiste en una columna vertebral curvada y unas vertebras torácicas retorcidas; esto puede ser causante de dolor.
En cuanto a los cambios adquiridos, se pueden considerar aquellos originados por una mala postura, por ejemplo desajustes musculares que producen dolor.
En ocasiones, el dolor torácico o dorsal se debe a contracturas musculares o problemas musculares y de ahí la sensación de bloqueo vertebral.
Existen otras causas, como por ejemplo la ansiedad, el estrés, fibromialgia, algún tipo de fractura, cifosis, espondiloartrosis, etc.
¿Cómo prevenir su aparición?
Estos tipos de lesiones pueden ser prevenibles, ya que casi siempre vienen ocasionados por cambios de tipo degenerativo o por alteraciones en la postura de la espalda Una vez sabido esto, se pueden plantear algunas medidas orientadas a prevenir el dolor.
• Se debe fortalecer la región cervical y dorsal.
• Se debe reducir estrés.
• Mantener buenas posturas en el trabajo y durante la práctica de deporte.
• No cargar objetos pesados.
• Realizar actividad física de manera frecuente.
• Seleccionar un buen colchón o una buena almohada, que facilite un buen descanso
¿Cómo prevenir su aparición?
Estos tipos de lesiones pueden ser prevenibles, ya que casi siempre vienen ocasionados por cambios de tipo degenerativo o por alteraciones en la postura de la espalda Una vez sabido esto, se pueden plantear algunas medidas orientadas a prevenir el dolor.
- Se debe fortalecer la región cervical y dorsal.
- Se debe reducir estrés.
- Mantener buenas posturas en el trabajo y durante la práctica de deporte.
- No cargar objetos pesados.
- Realizar actividad física de manera frecuente.
- Seleccionar un buen colchón o una buena almohada, que facilite un buen descanso.
¿Cómo se diagnostica?
Lo primero que se debe realizar es una entrevista médica (anamnesis), esta generalmente se enfoca en la profesión del paciente para identificar cuáles son los factores que pueden causar la patología. Según los síntomas o las molestias es posible conocer el origen de la dorsalgia.
Posteriormente se procede a un examen físico para valorar el estado del paciente mediante palpación, comprobación de la movilidad y valoración neurológica y sensitiva.
Tras esto es probable que se obtenga un diagnóstico; no obstante, serán necesarias la realización de pruebas de imagen como la radiografía o la resonancia magnética con el objetivo de valorar las estructuras oseas o los tejidos blandos.
Cuanta más información para el diagnóstico, más fácil será efectuar un tratamiento óptimo.
Tratamiento.
El principal objetivo del tratamiento es arreglar las causas que han ocasionado el dolor dorsal, en primer lugar mediante la aplicación de medicamentos analgésicos, relajantes para la musculatura o medicación antiinflamatoria para reducir las tensiones de la musculatura dorsal.
Si estas opciones no funcionan, el siguiente paso será la administración mediante inyección de algún anestésico a nivel local para eliminar el dolor. Esta terapia, si bien es efectiva en el momento, es una técnica temporal, ya que no hace que desaparezca el problema El efecto anestésico es transitorio.
Por último, es la opción quirúrgica una de las opciones que se llevan a cabo para eliminar la dorsalgia, por ejemplo, si un nervio estuviera afectado por un problema en un disco intervertebral, se puede realizar una intervención para reparar el problema. Se debe escoger con cuidado esta opción y sopesar ventajas y desventajas de efectuar este tratamiento.
Tratamiento con fisioterapia.
Se trata de una terapia muy prescrita en el tratamiento de la dorsalgia, ya que se sabe que alivia el dolor en la columna de manera efectiva. El objetivo es recibir analgesia a través de la fisioterapia y eliminar los dolores gracias a estas técnicas.
Otro de los objetivos que se buscan con la terapia fisioterapeútica es fortalecer la musculatura, aumentar la amplitud de los movimientos de la columna, reducir el estrés y conseguir una buena posición corporal.
A continuación se detallan algunas de las técnicas utilizadas para el tratamiento de la dorsalgia:
- Masaje descontracturante: a través de la relajación miofascial se eliminan las contracturas musculares que ocasionan el dolor dorsal.
- Gimnasia postural: educar al paciente para tener una buena postura corporal, de esta manera rebajar la tensión de las estructuras dorsales y producir analgesia frente al dolor. Se mejora la ergonomía y la higiene postural.
- Ejercicios terapeúticos: normalizar las fuerzas y las tensiones de los músculos que generan problemas a nivel dorsal y producen dolor.
- Punción seca: se trata de una técnica manual que busca eliminar los dolores de los puntos gatillo miofasciales y produce analgesia en los músculos doloridos.
- Terapia manual: a fin de recuperar de manera optima la biomecánica de la columna vertebral, la cual influye en el movimiento de la zona dorsal.
- Electroanalgesia: Proporciona analgesia de manera rápida y con efectividad.
- Neurodinámica: un fisioterapeuta a través de una máquina ayuda a los nervios que sufren compresión para que no ocasionen dolor.
Pronóstico.
Este está relacionado directamente con la causa del dolor; si está producido por alguna disfunción miofascial, malas posturas o estrés, suele tener un pronóstico favorable con las medidas terapéuticas adecuadas.
No obstante, en aquellos casos en los que las causas son enfermedades como problemas neurológicos o enfermedades reumatológicas, puede que la curación sea más lenta.