El lumbago, la lumbalgia mecánica
2024-10-31T11:48:33+00:00El lumbago es dolor que sucede en la parte baja de la espalda como resultado de un problema en las estructuras vertebrales que componen la columna. De ahí la importancia de conocer todo sobre la enfermedad y sus posibles tratamientos.
Existen multitud de factores que originan la lumbalgia, como pueden ser problemas o desbalances musculares, enfermedades de tipo visceral o lesiones ocasionadas por algún trauma.
Es necesario para un correcto diagnóstico conocer los factores asociados a la enfermedad y así poder pautar el tratamiento médico adecuado.
¿Qué es el lumbago?
La espalda en su zona más baja está formada por 5 vertebras, nervios, músculos y ligamentos que forman una estructura flexible y resistente que permite realizar cambios de posturas y soportar la carga de la parte superior del cuerpo humano.
Hoy en día ambos términos se usan para referirse a situaciones de dolor en la parte más abajo de la columna vertebral.
En la actualidad se sabe que es una patología que puede venir originada por un sin fin de factores, entre ellos, psicológicos, sociales o emocionales, por lo que se hace prácticamente imposible conocer las causas de cada caso.
Clasificación de la enfermedad
Se puede clasificar la enfermedad en las siguientes en función de cuanto dura el dolor:
• Aguda: se trata de un dolor en la parte baja de la espalda que puede desaparecer tras unos días, durando hasta seis semanas, que ha podido producirse por múltiples causas, entre ellas permanecer mucho tiempo sentado delante de un ordenador. O por factores emocionales o psicológicos.
• Subaguda: el dolor persiste después de seis semanas.
• Crónica: dolor persistente después de doce semanas; se percibe desgaste en las estructuras y que es ocasionado por malas posturas a lo largo de los años.
Síntomas
El principal síntoma es el dolor focalizado en la parte baja de la espalda, que incluso en ocasiones puede presentarse con restricciones en el movimiento, tensión, espasmo o calambres en los músculos.
Muy frecuentemente, este dolor se irradia hacia la pierna, lo cual indica una afectación en los nervios, lo que se conoce como lumbociática.
Normalmente este dolor aparece tras un movimiento inadecuado en el cual se ha ejercido estrés sobre la parte baja de la espalda.
En otras ocasiones ocurre mientras se está practicando alguna actividad deportiva, sobre todo en aquellos deportes donde se realicen movimientos repetitivos, sobrecargas de peso en la columna o torsiones.
En estos casos se suele deber a la situación de estrés, junto con un componente de restricción sobre la columna.
Esta dolencia puede llegar a ocasionar problemas en el descanso, impidiendo al paciente incluso dormir.
¿Cuáles son las causas?
Las causas son variadas y se clasifican en dos grupos:
• Factores mecánicos: normalmente se produce por una combinación de factores mecánicos provenientes del sistema musculo-esquelético.
Puede ocurrir a causa de un desbalance entre las estructuras que facilitan la movilidad y la estabilidad de la región lumbar, ya que en ocasiones los músculos de la zona se acortan, se tensan o se debilitan, y hace que los tejidos de las estructuras se irriten y se estresen.
Un mal movimiento, un giro o una extensión del tronco puede ocasionar estos síntomas.
Una alteración en la parte más abajo de la columna puede ocasionar una gran variedad de problemas musculo-esqueléticos debidos a:
• Lesiones musculares.
• Movimientos repetitivos.
• Malas posturas.
• Espondiloartrosis, espondilitos.
• Traumatismos
• Pinzamiento discal.
• Factores no mecánicos: la parte lumbar de la columna, aparte de con el sistema músculo-esquelético, tiene relación con los órganos y las vísceras, por lo que cualquier tipo de disfunción de estas puede ocasionar problemas referidos en la parte baja de la espalda.
Algunos de estos factores causales son:
• Problemas viscerales.
• Problemas renales.
• Estrés.
• Obesidad.
• Alteraciones de órganos pélvicos.
• Trastornos vasculares.
Aunque en ocasiones no es fácil conocer el factor causante.
¿Cómo prevenirlo?
Una buena condición de la musculatura con músculos fuertes y flexibles son menos susceptibles a padecer esta patología.
La prevención es prevenible, y también se puede reducir el riesgo de lesión con la realización de actividades físicas y la actividad física para la región lumbar.
Se trata de una medida necesaria en aquellas personas que permanecen mucho tiempo sentadas. Otras medidas que se pueden llevar a cabo para prevenir la patología son:
- Mantener un peso corporal saludable.
- Ejercicios lumbares de estiramientos.
- Precaución a la hora de levantar objetos.
- Control y manejo del estrés.
- Tomar medidas ergonómicas.
Las personas que practican alguna actividad deportiva deben de entrenar de manera adecuada; es necesario calentar previamente, así como estirar los músculos, incluyendo los de la espalda.
Por último, es recomendable que el colchón que se utilice sea adecuado, ni muy duro ni muy blando.
Diagnóstico para el lumbago
El diagnóstico trata de esclarecer cuáles son los factores causantes de la patología, el cual es difícil de conocer en el caso de la lumbalgia mecánica, ya que no es posible diferenciar un causante específico de este dolor.
De todas formas, el especialista realizará una serie de preguntas orientadas a poder averiguar la causa. Así mismo, indagará sobre algunas cuestiones del individuo para ayudar al diagnóstico. A esta práctica se le conoce como anamnesis.
La salud mental del paciente es importante, ya que esta se considera uno de los causantes de la aparición de la enfermedad.
Dentro de estos causantes mentales están la depresión, el estrés, la ansiedad o que suceda un hecho que acarree un problema de ánimo.
Examen físico
Tras la entrevista médica, el especialista deberá realizar un examen físico del paciente con el objetivo de descartar otras patologías con síntomas parecidos y evidenciar los síntomas propios de la lumbalgia mecánica.
De esta manera, el especialista observará la postura, palpará los músculos, analizará el movimiento, la amplitud articular y la fuerza de los músculos.
Probablemente realizará pruebas de provocación para evidenciar la patología lumbar.
Pruebas adicionales
Aunque en ocasiones las pruebas anteriores son suficientes cuando haya indicios de una causa más grave y que el especialista sospeche que la dolencia pueda afectar a órganos o vísceras adyacentes a la región lumbar, puede que se necesiten otras pruebas diagnósticas, en general por imagen.
• Radiografía: dado que la composición de la columna no es, no aparecerá en una radiografía. No obstante, esta técnica se utilizará para descartar otros problemas de la columna que presentan unos síntomas parecidos.
• Resonancia magnética: este aparato, valiéndose de un campo magnético muy potente, obtiene imágenes en detalle de los tejidos de la espalda, tanto los duros como pueden ser los huesos como los blandos, en este caso, los cartílagos y ligamentos. Es considerado por los especialistas como la técnica más efectiva en el estudio de esta lesión.
Tratamiento médico para el lumbago
Debido a que el dolor es el principal síntoma, será el tratamiento de este el principal objetivo de cualquier tratamiento médico.
Principalmente consistirá en la administración de medicación analgésica y antiinflamatorios no esteroideos.
Por otro lado, debido a que en ocasiones la patología se debe a problemas musculares, se recomienda la aplicación de relajantes musculares.
Cuando la dolencia no cesa, es probable que se recomiende la administración de fármacos opioides.
Existen algunos casos donde la dolencia aparece por problemas psicológicos, por lo que en el tratamiento se pueden incluir los antidepresivos.
Por último, se debe recordar que debido a los efectos secundarios de la aplicación de los fármacos, se aconsejan más abordajes terapéuticos no farmacológicos como fisioterapia, ejercicios, terapia manual o termoterapia.
Tratamiento de fisioterapia
En general, el objetivo del tratamiento fisioterapéutico es la analgesia frente al dolor, para, de este modo, reactivar las funciones que se han visto alteradas y la calidad de vida perdida de los pacientes.
De este modo, el abordaje más efectivo son los ejercicios terapéuticos y de no ser así, el reposo y la inmovilidad en los momentos de dolor.
Tras la valoración por parte del fisioterapeuta del estado del paciente y su salud, se podrá diseñar un plan de tratamiento adecuado a la dolencia consistente, por ejemplo, en:
- Educar al paciente contra el dolor
- Termoterapia, ultrasonido, ondas de choque, crioterapia…
- Electroestimulación
- Fortalecimiento de músculos lumbares.
- Ejercicios de flexibilización.
- Ejercicios de core
- Terapias manuales, de manipulación miofascial, acupuntura.
De este modo, se sabe que la lumbalgia no es una afección únicamente producida por factores físicos o mecánicos, sino que puede estar ocasionada por problemas de estrés, emocionales o alteraciones nutricionales.
Pronóstico para el lumbago
El dolor varía entre un caso y otro.
Pueden pasar varias semanas hasta que desaparezcan los síntomas por completo; no obstante, los dolores agudos suelen remitir al cabo de unos días. Los síntomas pueden remitir con la ayuda de un fisioterapeuta y la pauta de ejercicios específicos.
En dolencias más duraderas la mejoría suele ser más lenta y los progresos se notan menos; aun así, al cabo de algunas semanas con la ayuda de la fisioterapia los dolores irán remitiendo.