ESPONDILITIS ANQUILOPOYÉTICA

Espondidits aquilosante

ESPONDILITIS ANQUILOPOYÉTICA

La espondilitis anquilopoyética es una enfermedad reumática, la cual afecta de manera importante al sistema músculo-esquelético de las personas que la padecen. 

En este caso, se trata de una patología que puede ocasionar problemas graves al individuo, ya que además de afectar de manera importante a las vértebras también provoca otras alteraciones en el cuerpo. 

Se trata de una enfermedad que suele producirse más en varones adultos jóvenes.

Anatomía

El cuerpo humano está formado por muchos tejidos que resultan imprescindibles para formar las estructuras, los órganos y sistemas del cuerpo, todos ellos importantes para que el cuerpo humano cumpla su función y poder desarrollar las actividades de la vida diaria y podamos desenvolvernos hoy en día.
La columna vertebral es una estructura formada por vertebras, las cuales se articulan para favorecer los movimientos. 

Tiene como misión sostener la cabeza y unirse a la pelvis para protegerse de posibles traumatismos y lesiones que puedan ocurrir en los órganos internos. 

Por ejemplo, en la médula espinal situada en el interior de las vertebras.

Enfermedades de la columna vertebral

Las vertebras son las estructuras que forman la columna y que van cambiando de tamaño y forma a medida que se van acercando a la cadera; por este motivo las vertebras lumbares son más grandes que las dorsales o cervicales.

Pero aun siendo diferentes, a todas les pueden afectar las lesiones de igual forma, ya sean hernias de disco, deformidades, enfermedades metabólicas o enfermedades autoinmunes como la espondilitis anquilosante.

¿Qué es la espondilitis anquilopoyética?

Se trata de una enfermedad considerada como inflamatoria y autoinmune porque se presenta cuando el sistema inmune ataca a los tejidos de la columna vertebral u otras zonas del cuerpo, provocando un proceso inflamatorio. 

Esto ocasiona la aparición de unos síntomas como, por ejemplo, dolor, rigidez o limitación al moverse.

Desarrollo de la enfermedad

Las vertebras, como estructuras irregulares que forman la columna, están unidas por unos tejidos más blandos que al lesionarse pueden producir una gran variedad de síntomas. 

En particular, la espondilitis anquilosante presenta el siguiente proceso:

  • Los factores genéticos unidos a desencadenantes ambientales producen el inicio de la patología.
  • Ese agente ambiental infeccioso ataca a los tejidos blandos como células, tendones o ligamentos y ocasiona la aparición de inflamaciones en los huesos en sus extremos.
  • Según esta patología autoinmune avanza y va terminando con los tejidos que están entre las estructuras óseas, estas se van fusionando.
  • Finalmente aparecen los síntomas. Dolor, rigidez, pérdida de movimiento y otros signos como órganos afectados.

¿A qué zonas del cuerpo afecta la espondiditis anquilopoyética?

Principalmente, esta patología afecta a las articulaciones vertebrales, no obstante, puede afectar también a otras estructuras óseas como son las articulaciones sacroilíacas, las rodillas o tejidos blandos como tendones. 

Así mismo, la enfermedad puede atacar a órganos como intestinos, corazón o afectar la visión.

¿Cuáles son sus síntomas?

Esta patología suele presentar una gran variedad de clínicas y los síntomas serán más específicos en función de la región que afectan. 

Generalmente, los pacientes describen los siguientes síntomas:

• Dolor en la columna lumbar, sobre todo al comienzo de la enfermedad.
• Rigidez en las articulaciones, limitación de movimientos en la flexión, extensión y rotación de la columna.
• Dolor en la cadera que en ocasiones se irradia hacia los glúteos o las piernas, ocasionalmente pueden confundirse con ciática.
• Dolor al realizar ciertas actividades físicas.
• Alivio del dolor al caminar.
• Dolor en el torax al toser o reír.
• Dolores en varias zonas con el avance de la enfermedad.
• Cansancio.

La espondilitis anquilopoyética tiene unos síntomas bastante identificables y, debido a que es una patología progresiva, presenta distintos síntomas en función del estado en el que se encuentra la enfermedad. 

Normalmente, al principio, el paciente refiere dolor en la cadera y rigidez, a continuación empiezan dolores a nivel de la zona del tórax y suele continuar con un cuadro de inflamación y falta de movilidad en la columna y las piernas.

No existe una cifra exacta de las personas que padecen esta enfermedad; sin embargo, en España hay unos 180.000 personas que conviven con ella. 

Con mayor frecuencia afecta a varones adultos jóvenes con edades entre los 20 y 35 años, pero existen investigaciones que dicen que las mujeres pueden ser igualmente afectadas.

¿Cuáles son sus causas?

Los factores desencadenantes de las enfermedades autoinmunes no son conocidos, sin embargo, algunas investigaciones apuntan a factores de origen genético. 

Existe un gen llamado HLA-B27 que es común a los afectados, por lo que se cree que ese gen unido a los factores ambientales puede desencadenar la patología inflamatoria.

Factores de riesgo

Aunque, como se ha dicho, no se conocen las causas por las que cada individuo desarrolla esta enfermedad, existen una serie de factores comunes que se asocian a los individuos que padecen la patología y que se consideran factores de riesgo según los expertos. 

Se detallan a continuación:

• Varones de edades comprendidas entre 20 y 35 años son los que más probabilidades tienen de sufrir la enfermedad.
• El tabaco se considera un factor de riesgo.
• Factores genéticos.

Diagnóstico espondiditis anquilopoyética

Existen varias enfermedades que suelen ser confundidas con la espondilitis anquilosante; por ellas, es primordial que el médico descarte esas patologías para realizar un correcto diagnóstico.

A continuación se enumeran las siguientes enfermedades que presentan clínicas parecidas:

• Tumores.
• Problemas metabólicos de huesos.
• Procesos de artrosis en la columna.
• Cifosis.
• Enfermedades inflamatorias de la pelvis.

Ante la sospecha de que el paciente sufre la enfermedad, lo primero que debe realizar el médico es una entrevista personalizada para conocer los síntomas del paciente, sus antecedentes familiares, seguido de un exhaustivo examen físico y por último una serie de pruebas complementarias. 

El criterio médico ha de ser conocer qué tipo de dolor siente el paciente, su localización, qué limitaciones en las articulaciones presenta el paciente, inflamación en algunas articulaciones y otros hallazgos que puedan verse en otro tipo de pruebas como las radiografías. 

Por ejemplo, erosiones, calcificaciones e incluso osteoporosis.

¿Qué pruebas se realizan?

Se realizan pruebas para conocer el estado de las estructuras oseas como la cadera, vertebras, o tejidos blandos, así que normalmente se suelen realizar radiografías. 

Por otro lado, se realizarán pruebas genéticas para saber si el paciente posee el gen HLA-B27, el cual se asocia con la enfermedad.

Tratamientos espondilitis anquilopoyética

El tratamiento médico dependerá de la localización de los síntomas, por lo cual hay personas que únicamente necesitan medicación para reducir la inflamación y controlar los dolores. 

En el caso de alteraciones muy graves puede llegar a ser necesario el tratamiento quirúrgico

Tratamiento con medicamentos

Generalmente se indican para el tratamiento de esta enfermedad fármacos antiinflamatorios no esteroideos y analgésicos. 

En fases de la enfermedad aguda, se receta el uso de antiinflamatorios potentes para frenar la dolencia.

Tratamiento con fisioterapia

Una vez se ha diagnosticado la enfermedad, el médico especialista remite al paciente al fisioterapeuta para iniciar un tratamiento. 

Este debe incluir una batería de intervenciones para reducir las limitaciones, las restricciones y las disfunciones físicas que presenta el paciente. 

Antes de eso valorará el estado de la enfermedad, el nivel de rigidez y las limitaciones que presenta.

A continuación se detallan algunas técnicas que son usadas por el especialista:
• Ejercicio físico dosificado y adaptado a la persona.
• Ejercicios de relajación y respiración para eliminar tensiones y estrés.
• Terapia en agua, para disminuir la fatiga y el cansancio. También contribuye a mejorar el estado emocional.
• Estiramientos de la musculatura.
• Ejercicios para trabajar la fuerza, resistencia, coordinación, equilibrio y coordinación.
• Trabajar para recuperar la funcionalidad.

En general, siempre que aparezca una patología que afecte de manera significativa la salud de quien la padece, se deben abandonar todos aquellos hábitos que puedan estar ayudando a la aparición de la patología. 

Se deben llevar unos hábitos saludables que produzcan beneficios para la salud.

Tratamiento quirúrgico

Dependerá sobre todo de que lesiones presente el paciente debido a su enfermedad. Que articulaciones estén más deterioradas. 

Se pueden corregir fracturas vertebrales, reparar tendones o realizar artroplástias.

¿Qué pronóstico tiene la espondilitis anquilopoyética?

Como se ha dicho, la espondilitis anquilosante es una enfermedad autoinmune, pero a pesar de ellos, las complicaciones que presenta son menores que en otras patologías, lo cual significa que puede tener una evolución positiva si se trata correctamente para aliviar y eliminar los síntomas.

No obstante, se sabe que a pesar de un rápido diagnóstico y de que el paciente reciba un tratamiento correcto, es muy difícil que la enfermedad desaparezca.

De este modo es importante que las personas que lo sufran apliquen cambios en su vida diaria que contribuyan a combatir la enfermedad de manera más eficaz.

Introducir ejercicio físico en su vida, tratamiento rehabilitador y eliminar hábitos nocivos resulta esencial.

De todas formas, es importante recordar que se debe acudir al médico para tratar la enfermedad en caso de aparecer una inflamación, ya que de no tratarse esta puede atacar a órganos vitales y producir serias complicaciones.

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