Ictus, accidente cerebro vascular
El sistema nervioso central está compuesto por un conjunto de estructuras nerviosas encargadas de coordinar las funciones del cuerpo de las personas, el cual puede resultar afectado por muchas enfermedades. Una de las más habituales es la conocida como ictus o accidente cerebro vascular.
Se trata de una alteración neurológica que ocasiona muchos problemas a quien la sufre, ya que viene acompañada de secuelas motoras, sensitivas o cognitivas, haciéndose imprescindible la rehabilitación y el tratamiento por parte de un especialista médico a fin de evitar mayores consecuencias.
Anatomía
El cuerpo humano está compuesto por una serie de sistemas, como son el cardiovascular, respiratorio y musculoesquelético, y también una serie de estructuras de tipo nervioso , encargado de las funciones del organismo.
Para esta función son necesarias las neuronas que están conectadas entre ellas con el objetivo de trasportar el impulso nervioso.
Sistema nervioso
Se trata de un conjunto de células de tipo nervioso que crean conexiones entre ellas para enviar la información de carácter sensitivo, motor o cognitivo.
Aunque trabajan en grupo, están ubicadas por distintas localizaciones del cuerpo, y son todas igualmente importantes para las personas.
Estas células son básicas y fundamentales, ya que forman las regiones como encéfalo, médula y nervios.
Tienen tareas comunes, pero trabajan de manera diferente en las distintas áreas:
• Sistema nervioso central: se trata de una serie de estructuras ubicadas en la cabeza o la columna vertebral y que están protegidas por meninges, cráneo y vertebras. Estas áreas son llamadas cerebro, cerebelo, tronco encefálico y médula espinal.
• Sistema nervioso periférico: son aquellos nervios que están fuera de la cabeza o columna y que son necesarios para la comunicación con los músculos, abdomen, cavidades torácicas y pélvicas.
• Sistema nervioso autonomo: regula acciones como la respiración o el latido cardiaco, las cuales ocurren de manera incosciente.
El sistema nervioso central y las estructuras que lo componen coordinan, controlan y regulan las tareas del cuerpo humano tanto de manera consciente como inconsciente.
De esta manera, posee las funciones relativas al movimiento, emociones, personalidad, equilibrio y todo lo relativo al funcionamiento de los órganos.
¿Qué es un accidente cerebro vascular?
El accidente cerebro vascular o ictus hace referencia a unos problemas neurológicos que por alguna causa ocasionan la rotura de un vaso sanguíneo dentro del cerebro, por lo que, según donde se haya producido, produce lesiones motoras, sensoriales o cognitivas al individuo.
Las causas por las que se puede producir un ACV son muy variadas, no obstante hay dos causas por las que se produce el daño en el vaso sanguíneo:
• ACV isquémica: es la tipología más habitual y se genera cuando el paso de la sangre por el cerebro se interrumpe, generando una falta de oxígeno en él.
• ACV hemorrágica: se produce por un daño en un vaso sanguíneo, lo que produce un coagulo de sangre dónde no debe haberlo.
¿Cómo ocurre el accidente cerebro vascular?
Las regiones previamente explicadas que comprenden el sistema nervioso central dependen en exclusiva del oxígeno que reciben para poder permanecer vivas; debido a esto, el flujo sanguíneo que reciben se hace necesario.
Cuando el ACV sucede, se interrumpe el riego sanguíneo por un periodo de tiempo y ocasiona la muerte de las células; de esta manera ocurre la pérdida de funciones en la zona lesionada.
De otra manera, el cerebro es capaz de regenerarse, lo que se llama plasticidad cerebral, y de esta manera crea nuevas conexiones entre las neuronas para recuperar las funciones perdidas.
Secuelas
El cerebro y demás partes del encéfalo son las encargadas de controlar las diferentes funciones relacionadas con el movimiento, la sensibilidad y la cognición.
De este modo, cualquier afectación en esta área presentará grandes secuelas, siendo la más habitual la hemiplejía.
¿Qué es la hemiplejía?
Se trata de un término utilizado para referirse a la perdida parcial (hemiparesia) o total de movilidad y sensibilidad en un lado del cuerpo.
Los ACV no son los únicos que producen hemiplejía, por lo que en la evaluación médica se tomarán en cuenta otras enfermedades como tumores, parálisis o procesos infecciosos o traumatismos.
Se trata de una enfermedad que le ocurre en España a cien mil personas al año, predominando en mayores de sesenta y cinco años.
Sintomas
Los ACV pueden aparecer de diferentes formas dependiendo de la gravedad de la lesión; en general todas las señales deben tomarse en cuenta y asistir con celeridad a un centro hospitalario.
Adormecimiento de un lado del cuerpo, perdida de fuerza en los músculos, debilidad, problemas para hablar en la visión y dolor de cabeza de repente, son algunos de los síntomas inmediatos al sufrir un ictus.
Exiten otras señales que se pueden identificar con el padecimiento de un ACV, como son pérdida de equilibrio y de coordinación. Problemas de sensibilidad y para mover un lado del cuerpo. Incapacidad para sonreir o hablar de manera coherente, dolor de cabeza y problemas de estabilidad.
¿Por qué se produce?
Existen multitud de causas que pueden provocar la aparición de un ACV, no obstante existen una serie de factores que ocasionan los problemas cerebrales, como son:
• Hemorragia subaracnoidea.
• Cierre de paso a la sangre en las arterias que riegan el cerebro.
• Embolias
• Trombos
• Infarto cerebral
• Hipertensión
• Problemas de corazón.
Factores de riesgo
Existen una serie de factores de riesgo que hacen que las personas estén predispuestas a sufrir un ACV en comparación con otras personas.
En su mayor parte son factores evitables, ya que forman parte de los hábitos de las personas, como por ejemplo:
• Edad
• Problemas cardiacos.
• Diabetes
• Sedentarismo
• Problemas vasculares.
• Sexo femenino.
Diagnóstico
En primer lugar, el médico realizará una entrevista médica para conocer los signos clínicos que presenta el paciente.
Así mismo, se realizarán pruebas médicas como TAC, resonancia magnética o angiografía para conocer más exaustivamente el estado de la lesión.
Se realizarán pruebas de laboratorio como análisis de sangre para conocer la coagulación, colesterol o glucosa.
Por último, se realizarán una serie de pruebas neurológicas para comprobar la marcha, el habla, equilibrio, sensibilidad y movimientos.
Tratamiento médico
Este dependerá del diagnóstico, ya que cada paciente presenta unas características particulares al no afectar a la misma región del cerebro.
No obstante, también es importante el diagnóstico, ya que un ACV hemorrágico no se trata igual debido a que tiene mal pronóstico, pues debe eliminarse la sangre acumulada previamente. Por lo que es probable que se necesite cirugía con anterioridad.
La primera opción al tratamiento será la farmacológica para contrarrestar los afectos negativos producidos por la falta de oxígeno. Medicamentos oxigenantes, corticoesteroides para la inflamación, anticogulantes e incluso antidepresivos.
Tratamiento quirúrgico.
Sólo se considera la opción quirúrgica cuando los médicos consideren el procedimiento seguro para el paciente, y además el daño requiera que sea la única opción de tratamiento.
Tratamiento fisioterapeútico
Durante la estancia en el centro hospitalario se iniciará la rehabilitación y posteriormente, cuando el paciente ya está en casa, se realizarán diferentes técnicas consistentes en:
• Técnicas de respiración: para controlar que no ocurran problemas de este tipo.
• Movilizaciones activas y pasivas.
• Ejercicios para el control y aprendizaje de las funciones motoras.
• Ejercicios de coordinación, equilibrio y concentración.
Pronóstico
El pronóstico en pacientes que sufren un ACV dependerá del daño neurológico que se haya producido y de la rapidez con la que se haya tratado y comenzado la rehabilitación.
Por esta razón serán muchos los factores que afecten al pronóstico de la enfermedad, siendo determinantes las primeras semanas tras el acontecimiento. En estas primeras semanas es cuando existe más riesgo de morir.
Normalmente será el 30% de los pacientes lo que consigan recuperarse por completo tras la fase aguda, pero sin saber las características de cada individuo es imposible establecer un pronóstico adecuado.