La ELA, ESCLEROSIS LATERAL AMIOTRÓFICA
La ELA (esclerosis lateral amiotrófica) posee unos síntomas distintos en función de la afectación que tiene el paciente. Para que las personas que la sufran no pierdan calidad de vida, es fundamental conocer y recibir tratamiento fisioterapeútico.
Existen una serie de estructuras nerviosas que componen el sistema nervioso central y pueden presentar algunas alteraciones que afectan a las personas y las funcionalidades de estas.
Se trata de una patología que, aunque no es muy frecuente, suele afectar a los hombres más que a las mujeres. Resulta primordial conocer pronto la existencia de la enfermedad para empezar a tratarse y conseguir mantener una calidad de vida óptima.
Anatomía de la ELA
El cuerpo humano es un conjunto de estructuras necesarias para coordinarse y regular las funciones. Se le conoce como sistema nervioso central. Tienen una anatomía compleja que en adelante se tratará de explicar concienzudamente para entender la esclerosis lateral amiotrófica.
Sistema nervioso central
Está compuesto por diferentes partes, pero en todas existe la presencia de neuronas. Estas son células nerviosas que forman una porción importante del cerebro, del encéfalo y la médula espinal.
Estas neuronas son las encargadas de conectar los impulsos eléctricos y convertirlos en funciones motoras, sensitivas o cognitivas. Las neuronas son clasificables en distintos grupos. Las hay que representan las funciones motoras; son las motoneuronas.
Otro grupo son las neuronas que únicamente manejan los estímulos externos y son las neuronas sensitivas.
El sistema nervioso central se compone de encéfalo y médula espinal. El encéfalo a su vez se divide en cerebro, cerebelo y tronco encéfalo. Y cada una de estas estructuras también se divide para crear otras estructuras nerviosas que contribuyen al funcionamiento del cuerpo humano.
A continuación se desarrollan las funciones que cumplen cada una de las partes del sistema nervioso central:
- Cerebro: es el encargado del movimiento, del comportamiento, la personalidad, y los cinco sentidos.
- Cerebelo: encargado de coordinación y equilibrio
- Tronco encéfalo: controla la respiración, el riego sanguíneo.
- Médula espinal: es el canal por donde actúan las neuronas tanto motoras como sensitivas.
- Ganglios basales: controlan el tono de los músculos.
- Sistema límbico: se encarga de administrar las emociones.
¿Qué es la ELA?
Se define como una enfermedad crónica, y progresiva que afecta a los músculos mediante la degeneración de las neuronas motoras del sistema nervioso central.
Esto implica que se debiliten los músculos, atrofia y pérdida de movilidad. No obstante, puede presentar otros síntomas en función de qué área esté afectada.
Desarrollo de la patología
Se trata de una enfermedad que comienza de manera progresiva. El deterioro neuronal no se observa inmediatamente sino que va apareciendo lentamente.
Se cree que esta patología aparece debido a la acumulación de proteínas en las fibras nerviosas que hace que los nervios se deterioren y se vayan degenerando.
También se cree que la existencia de algún familiar que padezca la patología aumenta las probabilidades de tenerla.
Resumiendo, lo que ocurre es que las neuronas que llevan la información motora pierden la capacidad de llevar los impulsos eléctricos y no consiguen comunicarse entre nervios y músculos, perdiendo así capacidad de movimiento.
Tipos de ELA
Los distintos tipos se diferencian en función de cómo se ha presentado la enfermedad. Se pueden resumir en:
- ELA esporádica: no se conoce causa aparente, pero es la más frecuente.
- ELA familiar: se relaciona con factores heredados.
- ELA territorial: aparece en población determinada.
Se calcula que cinco personas de cada cien mil pueden sufrir esta enfermedad en la que la mayoría son hombres. Es más común en personas mayores de sesenta años.
¿Qué síntomas presenta?
Las enfermedades degenerativas van avanzando de manera progresiva, lo que significa que sus síntomas no son inmediatos y aparecen poco a poco. A continuación se detallan algunos síntomas asociados a la enfermedad.
- Debilidad y atrofia muscular. Así mismo la musculatura aumenta.
- Cansancio
- Problemas de coordinación y equilibrio.
- Calambres en los músculos.
- Cambios en el tono de voz.
- Espasmos y contracciones involuntarias.
- Dificultad para tragar.
- Problemas del sueño, estreñimiento.
Esta enfermedad no afecta a la sensibilidad ni los sentidos; únicamente a las funciones motoras.
Los síntomas se presentan poco a poco, comenzando a sentirse cansado, sentir cansancio en las extremidades, calambres, pérdida de masa muscular, problemas de coordinación o equilibrio.
Al principio son síntomas leves o incluso que pasan por inadvertidos, pero según avanza la enfermedad comenzarán a hacerse más visibles los síntomas anteriormente descritos.
Finalmente aparecerán problemas en la respiración debido a la afectación muscular.
Factores de riesgo
El principal factor de riesgo es el sexo, ya que son los hombres los que tienen mayor probabilidad de sufrir esta enfermedad.
Otro factor de riesgo es la edad, pues son los hombres mayores de sesenta años los principales afectados.
Y por último, se considera que el haber pasado por un proceso quirúrgico puede alterar a las motoneuronas y éstas ocasionar la aparición de la enfermedad.
Diagnóstico
El médico deberá investigar los síntomas, ya que estos tienen muchas semejanzas con los presentados por otro tipo de enfermedades no tan graves.
El neurólogo deberá realizar pruebas de laboratorio (sangre y orina) y otro tipo de pruebas diagnósticas como son la resonancia magnética y electromiografía para observar las capacidades funcionales de los músculos.
Tratamiento para la ELA
El tratamiento médico está destinado únicamente a reducir los síntomas para que el paciente pueda llevar una calidad de vida óptima durante el desarrollo de la enfermedad.
El tratamiento se centra en la administración de medicación para disminuir el dolor, los espasmos y ayudar a combatir los trastornos del sueño y síntomas que aparezcan con la enfermedad.
Tratamiento farmacológico
El tratamiento farmacológico consiste en paliar el dolor y disminuir los espasmos que sufre el paciente.
Por otro lado, existen dos fármacos que buscan reducir la degeneración motora. Aunque no pueden curar la enfermedad, es probable que ralenticen la degeneración de las neuronas que produce esta enfermedad.
Tratamiento con fisioterapia
La fisioterapia para tratar las lesiones neurológicas no se orienta únicamente a la recuperación de las funciones afectadas en el individuo; el especialista neurológico a través de una serie de tratamientos terapéuticos puede potenciar la calidad de vida perdida del paciente.
A continuación se exponen algunas de las técnicas que pueden desarrollarse:
• Orientar y educar al paciente para que sepa dar respuesta a cuadros de la enfermedad graves.
• Contribuir a la reducción del dolor y en definitiva mantener la calidad de vida con ejercicios respiratorios.
• Actividades enfocadas a mantener la funcionalidad y proporcionar independencia.
• Ejercicios de movilidad para evitar malformaciones.
• Trabajo muscular para evitar la atrofia de los grupos musculares.
• Educar al paciente para que sepa realizar cambios de postura.
• Fisioterapia respiratoria para fortalecer los músculos que participan en la respiración, esta terapia debe ser introducida en cuanto la patología se ha diagnosticado. Se hace necesario el trabajo de los músculos que se encargan de la respiración; se debe enseñar tecnologías que tengan relación con el aparato respiratorio.
Estas terapias ayudarán también a los tejidos que participan en la actividad pulmonar y que tienen mucha importancia para los pacientes de ELA, ya que la afectación pulmonar sucede en un estado avanzado de la enfermedad.
Por último, se hace primordial que el paciente reciba ayuda psicológica profesional para afrontar las dificultades que se presentaran en el futuro.
Pronóstico de la enfermedad
Desde su descubrimiento se está investigando una cura, pero aún no se ha logrado. Tras el diagnóstico, la esperanza de vida puede estar entre los dos y cinco años debido a la severa degeneración neuronal.
Esta degeneración no permite realizar tratamiento que evite o ralentice los problemas respiratorios que aparecerán, ni los trastornos en el habla.