Neuralgia intercostal, causas y tratamientos

Dolor intercostal, causas y tratamientos

Neuralgia intercostal, causas y tratamientos

La neuralgia intercostal es una patología que puede asustar a quien la sufre pero que puede ser tratada con éxito por un fisioterapeuta. 

Los pacientes que la sufren consideran que al ser una zona con muchos órganos se trata de una patología muy peligrosa para su salud. 

Sin embargo, se trata de una afección relativamente normal que le puede ocurrir a cualquier persona, incluso a las mujeres embarazadas.

Anatomía

En la columna torácica se ubican las costillas unidas al esternón por los cartilagos de las costillas. 

Todos estos en su conjunto forman un armazón de hueso conocido como tórax. 

La función principal del tórax es proteger los órganos vitales como pulmones, corazón y su arteria aorta, fundamentales todos ellos para la vida del ser humano.

Dolor intercostal

¿Qué son los nervios intercostales?

Cuando una persona respira, las costillas tienden a moverse facilitadas por las articulaciones costovertebrales. Estas están situadas en donde los nervios salen hacia la médula espinal (nervios torácicos).

Estos nervios discurren dentro del tórax a lo largo de las paredes torácicas. 

A los lados de la caja torácica, se sitúan doce nervios que van hacia la mitad del cuerpo. Se trata de unos nervios que discurren entre cada costilla y se dividen en varias ramas.

¿Qué es la neuralgia intercostal?

La neuralgia intercostal es un dolor que hace su aparición en los nervios torácicos situados entre cada costilla. 

Este tiende a sentirse de forma aguda, punzante y suele irradiarse por el tórax o la pared del abdomen. Suele producirse de repente y es duradero por un tiempo. 

En ocasiones este dolor es confundido con un ataque cardíaco.

Esta patología se trata de un trastorno que produce dolor en los nervios que están entre las costillas y que ocasiona la pérdida de las funciones de los mismos.

Síntomas neuralgia intercostal

Es una dolencia que produce un dolor intenso, originado entre las costillas. 

Las personas que lo han sufrido lo describen como unos pinchazos o corrientes que duran mucho tiempo en alguno de los lados del tórax. 

Pudiera ocurrir en casos de dolencias graves que dificulten la respiración de quien lo padece, lo cual genera mucho estrés al paciente, pues puede creer que su vida está en riesgo. 

A continuación se nombran otros síntomas relacionados con la patología.

• Problemas para respirar.
• Malestar en la zona del tórax
• Inflamación y calambres.
• Tensión y dolor en el pecho.
• Dolor al toser, estornudar o moverse.
• Hormigueo y sensibilidad
• Mareos, nauseas, sudores y estrés.

Causas de la patología

La neuralgia intercostal no se considera realmente una enfermedad, sino más bien un síntoma, cuyas causas o factores que lo producen están asociados a afecciones que irriten los nervios intercostales de algún modo. 

A continuación se mencionan varias patologías que pueden tener este efecto doloroso en los nervios:

• Problemas derivados de la columna vertebral: todos aquellos procesos patológicos que hayan ocasionado desgaste y enfermedades de la columna son capaces de irritar los nervios. Los nervios están influenciados por la médula espinal, por lo que todas aquellas enfermedades que afecten a la médula podrán sentirse en forma de dolor en los nervios intercostales

• Problemas musculares: si la fascia o los músculos de la zona sufren mucha tensión, comprimirán los nervios, lo cual afectará a la funcionalidad de estos.

• Herpes zoster: una infección de este tipo puede producir una neuralgia en los nervios cercanos al problema.

• Neuralgia post-quirúrgica: tras una intervención en el tórax, un cuadro clínico típico que puede surgir es esta dolencia. Se asocia al daño nervioso sufrido en la intervención.

• Fracturas: una fractura de las costillas que no se ha curado bien puede producir estos síntomas.

¿Se puede prevenir la neuralgia intercostal?

No existe ningún tipo de medida preventiva que se pueda llevar a cabo para que esta dolencia no aparezca. 

No obstante, se pueden llevar a cabo acciones que estén enfocadas a mantener la salud del tórax y de los músculos que lo conforman. Por ejemplo, ejercicios de respiración, estiramientos y un estilo de vida saludable.

Diagnóstico

Como ya se ha comentado, esta afección no es una enfermedad en sí misma, por lo que iniciar haciendo un diagnóstico diferencial para conocer si alguna enfermedad es la causa subyacente del dolor intercostal es necesario. 

Se deben descartar fracturas de costilla, problemas cardiacos, costocondritos, herpes zoster, lesiones musculares y enfermedades pulmonares.

¿Cómo se diagnostica la neuralgia intercostal?

Lo primero que se debe realizar es una entrevista médica (anamnesis); esta generalmente se enfoca en la profesión del paciente para identificar cuáles son los factores que pueden causar la patología. 

Según los síntomas o las molestias es posible conocer el origen de la neuralgia.

Posteriormente se procede a un examen físico para valorar el estado del paciente mediante palpación, comprobación de la movilidad y valoración neurológica y sensitiva.

Tras esto, es probable que se obtenga un diagnóstico; no obstante, serán necesarias la realización de pruebas de imagen como la mielografía, la ecografía o la resonancia magnética con el objetivo de valorar las estructuras oseas o los tejidos blandos. 

Cuanta más información para el diagnóstico, más fácil será efectuar un tratamiento óptimo.

Tratamiento médico

En la neuralgia intercostal el tratamiento dependerá de cada paciente. Por ejemplo, en casos producidos por una fractura de costilla se deberá inmovilizar primero o realizar tratamiento quirúrgico para reducir la fractura.

Si el problema es la consecuencia de una fuerte tensión en la musculatura de la espalda, pecho, etc,  normalmente se indica la aplicación de relajantes musculares y antiinflamatorios, y en caso de no surtir efecto se inyectan anestésicos locales en la lesión.

En otras ocasiones el dolor experimentado por los pacientes es tan intenso que los analgésicos no hacen efecto. En este caso, los médicos pueden administrar medicación más potente como morfina o realizar un bloqueo nervioso; no obstante, debe tenerse en cuenta que pueden producirse complicaciones asociadas.

Por último, la opción médica es la opción invasiva con una técnica llamada radiofrecuencia para destruir el tejido nervioso afectado.

Neuralgia intercostal

Tratamiento con fisioterapia

La afección puede aparecer por muchas lesiones del sistema músculo-esquelético, por tanto la fisioterapia puede ser un tratamiento muy eficaz. 

Los músculos de la zona están relacionados con la compresión de los nervios, por lo que la normalización del tono muscular y las funciones de los tejidos es el objetivo del fisioterapeuta.

Para ello, el fisioterapeuta valorará la realización de diversas técnicas y herramientas para proporcionar analgesia al paciente y ayudarle a recuperar las funciones que ha visto alteradas por el problema en los nervios. 

A continuación se mencionan varias de las técnicas utilizadas.

• Educar al paciente para el control del dolor.
• Electroanalgesia o TENS.
• Termoterapia y crioterapia para el alivio del dolor.
• Kinesiotaping
• Ejercicios para la respiración.
• Movilización del tórax.
• Manipulaciones vertebrales.
• Trabajo miofascial en las localizaciones con problemas.
• Ejercicios posturales, flexión y extensión.

Pronóstico

El pronóstico de la enfermedad está directamente relacionado con sus síntomas, dado que son estas las que ocasionan un problema de salud y en la vida de quien las sufre. 

Al no tratarse de una enfermedad y ser más bien un síntoma, los problemas desaparecen cuando desaparece la causa.

En casos graves puede ocurrir que la dolencia se cronifique y ocasione también problemas de tipo psicológico.

Cuando existe la posibilidad de tratar la dolencia nerviosa de manera rápida y que no haya complicaciones posteriores, la recuperación completa se hace bastante factible.

En casos donde la dolencia provenga de una fractura de las costillas mal curada tras un proceso de cicatrización, el pronóstico puede ser óptimo.

Cuando la enfermedad aparece por un proceso tumoral y puede ser extirpada por completo, se considera posible la recuperación . 

En procesos infecciosos o virales, si se utilizan fármacos adecuados, es probable la eliminación de los síntomas.

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