TRATAMIENTO DE CALCIFICACIONES
2024-08-21T08:55:27+00:00Las calcificaciones son un término que puede sonar desconocido para muchas personas, pero representan una dolencia muy habitual que afecta de manera significativa la salud y la calidad de vida. Suelen provocar una serie de problemas, como dolor crónico, inflamación y dificultades de movilidad. En este artículo, explicaremos qué son las calcificaciones, las causas que las generan y, sobre todo, cuál es el tratamiento de calcificaciones más efectivo a día de hoy, además de otros tratamientos disponibles para abordarlas.
¿Qué es una calcificación?
El tratamiento de calcificaciones es esencial para quienes sufren de depósitos anormales de calcio en tejidos blandos como músculos, tendones o ligamentos. Estos depósitos pueden causar dolor crónico, inflamación y problemas de movilidad. Con el tiempo, las calcificaciones se endurecen, afectando significativamente la calidad de vida del paciente.
Causas de la aparición de calcificaciones
Las calcificaciones pueden aparecer por diversas razones, entre ellas:
- Envejecimiento: con el paso de los años, los tejidos del cuerpo tienden a deteriorarse y desgastarse, aumentando el riesgo de calcificaciones.
- Lesiones repetidas: la sucesión de lesiones repetidas en un mismo lugar, como tendones o músculos, incrementa el riesgo de tener calcificaciones.
- Trastornos médicos: problemas médicos como la artritis o la diabetes pueden causar la aparición de calcificaciones.
- Dieta y vida: dietas ricas en calcio y trastornos metabólicos contribuyen a la formación de calcificaciones.
- Factores genéticos: la predisposición genética del individuo puede aumentar el riesgo de calcificaciones.
- Inflamaciones crónicas: inflamaciones prolongadas en una zona específica contribuyen al desarrollo de calcificaciones.
Todas estas causas no son iguales en todas las localizaciones del cuerpo humano; existen zonas más propensas que otras. Lo importante ante cualquier molestia o dolor es acudir con celeridad a un especialista para evitar que se genere una calcificación.
Tipos de calcificaciones
Existen varios tipos de calcificaciones que generalmente se diferencian por la localización del problema:
Calcificación de Hombro: también conocida como tendinitis calcificada, ocurre cuando el calcio se deposita en los tendones del manguito rotador. Estos depósitos de calcio pueden producir dolor y limitar el movimiento normal del brazo, especialmente al levantarlo por encima del hombro. Este tipo de calcificación es frecuente en personas de mediana edad y puede ser extremadamente doloroso, afectando significativamente la calidad de vida y la funcionalidad del hombro.
Calcificación de Rodilla: aunque es menos común que en otras articulaciones, la calcificación en la rodilla puede ocurrir cuando los depósitos de calcio se acumulan en los tejidos circundantes. Esta condición provoca hinchazón, dolor y una marcada dificultad en la movilidad, especialmente al caminar o realizar actividades físicas que involucren la flexión de la rodilla. Si la movilidad de la rodilla se ve comprometida, la calidad de vida de la persona puede verse gravemente afectada.
Calcificación en la Cadera: se presenta cuando los depósitos de calcio se acumulan en los músculos, tendones o ligamentos que rodean la articulación de la cadera. Esta calcificación ocasiona dolor, particularmente durante actividades físicas o al estar de pie durante períodos prolongados. A medida que la movilidad de la cadera se reduce, la calidad de vida de la persona se ve afectada, limitando su capacidad para realizar actividades cotidianas.
Síntomas de las calcificaciones
Los síntomas de las calcificaciones varían según la ubicación y la cantidad de calcio depositado en los tejidos. Sin embargo, algunos de los síntomas más comunes incluyen:
- Dolor agudo o crónico en la articulación afectada
- Sensibilidad e inflamación en la zona dañada
- Limitación o pérdida de movilidad, así como rigidez en la zona afectada
- Malestar o dolor al realizar ciertos movimientos
- Pérdida de fuerza en las áreas afectadas
- Limitación en la realización de actividades cotidianas
Estos síntomas pueden evolucionar de leves a moderados o severos en cuestión de días. Es importante abordar el problema de manera temprana y encontrar el tratamiento de calcificaciones que mejor le vaya al paciente para prevenir así la aparición de más calcificaciones a largo plazo y evitar complicaciones mayores.
Tratamientos para calcificaciones
El tratamiento de calcificaciones varía según la gravedad y la ubicación del problema, y puede incluir:
- Tratamiento con medicamentos: para aliviar el dolor y reducir la inflamación, se utilizan antiinflamatorios y analgésicos.
- Tratamientos con fisioterapia: desempeñan un papel crucial en el tratamiento de calcificaciones, ya que los fisioterapeutas pueden desarrollar una tabla de ejercicios específicos para mejorar o aumentar la movilidad, reducir el dolor y restaurar la funcionalidad.
- Ondas de choque: esta terapia se utiliza para descomponer los depósitos de calcio, buscando aliviar el dolor y mejorar la funcionalidad de la zona afectada.
- Cirugía: en casos donde otros tratamientos no han sido efectivos, se puede recurrir a la eliminación quirúrgica de las calcificaciones.
- Limpieza de calcificación: consiste en la aplicación de suero inyectado en la calcificación, guiada por dispositivos de imagen, para aspirar el calcio acumulado y promover su reabsorción.
Objetivos de los tratamientos de fisioterapia
La fisioterapia es fundamental en el tratamiento de calcificaciones y busca:
- Reducir el dolor mediante la aplicación de masajes terapéuticos y terapias manuales
- Mejorar la movilidad con estiramientos y ejercicios de rango de movimiento
- Fortalecer la musculatura diseñando programas de fortalecimiento para mejorar la estabilidad
- Educar al paciente sobre posturas y técnicas para prevenir futuras calcificaciones
Resumiendo, la fisioterapia tiene una importancia mayor en el tratamiento de las calcificaciones, alivia o elimina el dolor, aumenta la movilidad y contribuye a la recuperación de la calidad de vida del paciente.
¿En qué consiste la limpieza de calcificación?
La tendinitis calcificante de hombro es común, especialmente en mujeres de 30 a 50 años, y afecta alrededor del 20% de la población. Esta dolencia, que implica la formación de depósitos de calcio en el tendón supraespinoso, es autocurativa en algunos casos, pero otros pacientes requieren tratamiento para aliviar el dolor y mejorar la movilidad. Aunque no hay consenso sobre el tipo de tratamiento de calcificaciones óptimo, el lavado ecoguiado es uno de los más efectivos, con una tasa de mejoría de entre el 28% y el 76%, superando a las ondas de choque y al tratamiento quirúrgico en términos de alivio del dolor y restauración funcional.
Limpieza de calcificación ecoguiada
Se trata de un procedimiento que permite tratar con precisión las calcificaciones en el hombro. Esta técnica se desarrolló en 1937 utilizando rayos X, pero hoy en día, gracias a la ecografía, se pueden localizar las calcificaciones con mayor precisión y sin la necesidad de radiación. Durante el procedimiento, que dura entre 40 y 60 minutos, y se realiza de manera ambulatoria, se introduce una aguja en la calcificación, previamente localizada mediante ecografía.
El especialista inyecta suero fisiológico dentro de la calcificación, realizando movimientos de entrada y salida del suero para descomponer los cristales de calcio. Estos cristales se van extrayendo a través de la aguja. En algunos casos, se utilizan dos agujas: una para la entrada del suero y otra para la salida de los cristales de calcio. Al finalizar el procedimiento, se inyectan corticoides en la bursa subacromial para reducir la inflamación y el dolor que puede generar el tratamiento.
Complicaciones y resultados
Aunque el procedimiento es generalmente seguro, pueden ocurrir algunas complicaciones:
- Reacción Vagal: menos del 10% de los pacientes pueden experimentar mareos o síncope durante el proceso, especialmente aquellos con predisposición a mareos en extracciones de sangre.
- Dolor en el procedimiento: algunos pacientes pueden experimentar dolor agudo durante y después del tratamiento, que puede durar entre 4 y 5 días. El uso de antiinflamatorios puede ayudar a manejar este dolor.
- Bursitis: la succión de cristales puede provocar inflamación de la bursa subacromial, causando dolor adicional durante los días posteriores al tratamiento.
- Capsulitis: algunos pacientes pueden desarrollar rigidez en la zona tratada debido a la inmovilización. Es importante iniciar la rehabilitación y ejercicios para recuperar la movilidad lo antes posible.
En cuanto a los resultados de la limpieza de calcificación ecoguiada, ofrece una tasa de éxito del 91% en la fragmentación de los depósitos de calcio. Sin embargo, la mejoría no es instantánea. Los pacientes suelen notar un alivio gradual del dolor y una mejora en la movilidad a lo largo de las semanas o meses siguientes al tratamiento. La recuperación total puede tardar entre 3 y 6 meses. En algunos casos, puede ser necesario realizar un segundo lavado o combinarlo con otros tratamientos para lograr resultados óptimos.