Artrosis de cadera

Artrosis de cadera

La cadera es una región del cuerpo sometida a constante esfuerzo físico, por ejemplo, al caminar o mantener una posición de bipedestación, es una articulación grande y resistente, no obstante, con el envejecimiento (y otros factores) esta se va debilitando y degenerando, ocasionado limitación de su función y molestias físicas.

Información clave

¿Qué es?

Proceso degenerativo de la articulación de la cadera.

Síntomas

Dolor en ingle y nalga, dificultad para mover la articulación, hinchazón, rigidez.

Origen

Variable, proceso silencioso y duradero.

Diagnóstico

Examen físico, anamnesis, radiografía, resonancia magnética, escáner.

Tratamiento

AINES y analgésicos, reposo, fisioterapia, medicina regenerativa, cirugía con implantación de prótesis.

¿Qué es?

La artrosis es un proceso de degeneración tisular en una articulación por diversas causas.

La articulación de la cadera (específicamente conocida como articulación coxofemoral) conecta la porción pélvica de la cadera con la cabeza (o epífisis proximal) del fémur y permite así, el movimiento del muslo y la pierna con respecto al tronco.

Dicha articulación consta de un complejo entramado de estructuras ligamentosas y de sostén que mantienen a la pelvis y fémur unidos pero a la vez, lo suficientemente flexible para llevar a cabo el movimiento sin dificultad.

Síntomas

  • Dolor en la ingle y / o nalga
  • Dolor en la cara anterior del muslo, hasta el nivel de la rodilla
  • Dificultad para caminar
  • Inestabilidad

Origen

Existen factores predisponentes para la aparición de la enfermedad degenerativa, como por ejemplo la edad, el sexo (femenino) o la raza (caucásica); es decir, el caudal genético puede determinar en gran medida la incidencia de la patología.

Además, factores como la obesidad y malos hábitos motrices como ejercicios complejos o mal ejecutados pueden influir en su desarrollo.

También los traumatismos o un uso excesivo favorece la aparición de esta patología.

La artrosis de cadera (y en general, en todos los procesos artrósicos) se caracteriza por presentar pérdida evidente de la textura y el grosor de la capa de cartílago articular.

Diagnóstico

El diagnóstico por excelencia corresponde al examen físico minucioso de la articulación, para evaluar así, la ubicación de la lesión, el grado y la causa aparente (para ello es clave la entrevista médica).

Sin embargo, no habrá un diagnóstico certero del estado de la articulación hasta que se utilicen imágenes médicas como por ejemplo radiografías (para evaluar el tejido óseo), o resonancia magnética nuclear.

Tratamiento

El ejercicio físico constante, a manera preventiva, mantiene estable el funcionamiento articular a través del paso del tiempo.

Cuando los signos y síntomas de la artrosis de cadera comienzan a ser evidentes se hace necesario el uso de fisioterapia. El uso de bastones ayuda a distribuir mejor el peso corporal, disminuyendo la presión sobre la articulación afectada.

El dolor y la inflamación pueden reducirse farmacológicamente con el uso de analgésicos o antiinflamatorios no esteroideos bien de forma oral o inyectados de forma intraartticular al igual que inyecciones de ácido hialurónico para lubricar la articulación disminuyendo así la inflamación.

La medicina regenerativa con el tratamiento con células madre mesenquimales derivadas de tejido adiposo son un gran avance en esta enfermedad frenando y disminuyendo los síntomas de una forma eficaz.

La cirugía correctiva de cadera, con o sin implantación de prótesis, es el tratamiento más efectivo, aunque conlleva un tiempo de recuperación y riesgos lógicos de la cirugía.